lunes, 18 de julio de 2011

Como vestir para la entrevista de trabajo










Finalmente tu celular sonó y te dicen que podrías ser la persona que están buscando. Te alegras, ya puedes saborear el éxito a la vuelta de la esquina, pero te embarga un repentino miedo. ¿Y si lo arruino todo ahora que estoy tan cerca? ¿Cómo evitarlo? Aquí te damos un par de consejos.

Prepárate: Eso significa no solamente ponerte tu mejor traje y tratar de dar la mejor impresión posible. Quiere decir que repases tu currículum y lo tengas muy presente a la hora de la entrevista. Piensa en preguntas clave: ¿cuáles son tus virtudes? ¿Cuáles son tus defectos? ¿Qué logros has tenido? ¿Por qué serías un aporte para ellos?

Estudia: Jamás preguntes en la entrevista qué es lo que hacen tus potenciales empleadores. Se supone que ya lo sabes, ¿no? Si no, recurre a Google e intenta responder cosas como ¿cuál es el perfil de la empresa?, ¿qué hacen en el área en la cual podrías trabajar?, ¿qué proyectos tienen? Deben sentir que estás interesado en ellos y que puedes contribuir a su desarrollo.

Aplica tus capacidades a la empresa: Ya sabes qué hacen en la empresa y tienes claras cuáles son tus habilidades. Simplemente cruza los datos y piensa en algunas ideas o situaciones concretas en las cuales podrías ser de ayuda. Es muy probable que en la entrevista te pongan un caso para que lo resuelvas y debes tener una respuesta.

Puntualidad: Jamás llegues tarde. O peor aún, que por intentar ser puntual, arruines tu cuidada presentación personal sudando como loco o sientas aún el estrés que te dejó el tráfico en el que estuviste atrapado. Date al menos un margen de media hora. Aprovecha el tiempo de espera para relajarte y concentrarte en lo que vas a decir.

Cuida tus modales: La mayoría de las entrevistas de trabajo son instancias formales, y debes encontrar un punto de equilibrio para ser bien educado sin caer en una timidez extrema. De todas formas, es mejor que pases por muy educado antes que grosero. Cuando te contraten puedes llamar al jefe por su apodo o ponerte tus tenis fosforescentes si quieres. Pero en la entrevista, jamás.

No tengas otros compromisos ese día: Porque siempre es posible que te pidan de inmediato completar algún tipo de exámen (de idiomas, por ejemplo) o participar de un test psicológico. Y en el mejor de los casos, pueden pedirte que ese mismo día te integres.

El dinero no es lo más importante: Y aunque lo sea, no des la impresión de que es tu motivación principal. Tú estás ahí para crecer, dar de ti y demostrar tus excelentes capacidades laborales. Obviamente, eso será compensado monetariamente, pero lo primero es convencerles de que este trabajo es el paso lógico en tu proyecto de vida y que no andas desesperado dispuesto a aceptar lo que sea.

Y finalmente, que mande tu sentido común. Porque debes tener en cuenta que no hay reglas infalibles y que debes ser lo suficientemente flexible para priorizar algunas de estas recomendaciones por sobre otras. Pero si te preparas, transmites seguridad y das una buena impresión, las posibilidades de éxito serán muy altas.

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Empleo en México

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